La sociedad tradicional se caracteriza por una estructura agraria, baja producción, y apego a valores y costumbres antiguas. El control social es rígido, con poder hereditario y una política vinculada a la religión. Las relaciones sociales se basan en clases, con roles estrictos y poco individualismo. La economía está basada en la agricultura y trabajo manual, sin comercio de mercado. Este tipo de sociedad se diferencia de la industrial por su rechazo a la innovación y su estructura patriarcal.